Recibe Toda La Salvación De Dios

Muchos, al pensar en la salvación, piensan que es simplemente evitar ir al infierno. Pero Dios tiene algo preparado mucho más grande que esto.

Muchos, al pensar en la salvación, piensan que es simplemente evitar ir al infierno. Pero Dios tiene algo preparado mucho más grande que esto.

No solamente quiere sacar tu vida del hoyo. Quiere coronarte con bienestar, gloria y honor. Quiere darte riquezas, honra y vida (Proverbios 22:4). Quiere llenar tu vida con gozo, paz y amor (Gálatas 5:22,23). Quiere enriquecerte con toda bendición en lugares celestiales (Efesios 1:3). Y si tienes las bendiciones celestiales, las terrenales son tuyas por consecuencia porque los cielos están por arriba de la tierra.

Claro que sí vale la pena el ver de dónde y de qué te ha salvado el Señor. Primero, así puedes ser agradecido con él. Segundo, puedes reconocer que ya no tienes que aceptar esas condiciones ni esa clase de vida anterior. Debes reconocer que has sido rescatado de tu vieja manera de vivir (Colosenses 3:9,10). Debes reconocer a dónde Dios te está llevando. Te sacó del infierno para meterte en su Reino (Colosenses 1:13). Y no como un peón, porque en el cielo no los hay, sino que vivas como hijo y príncipe (2 Corintios 6:18; Apocalipsis 1:6). Tú has sido salvado para que te sientes junto con él en su trono en lugares celestiales (Efesios 2:6) y reines en esta vida por Jesucristo (Romanos 5:17).

Muchas personas reciben el perdón del Señor y su salvación de la perdición pero allí se quedan. No avanzan más. Han conseguido su póliza de seguro de vida (vida eterna) y por una u otra razón se conforman con que algún día irán al cielo. Pero se convierten en Cristianos infelices y de muy poco testimonio. Pues, ¿quién quiere ser como ellos, asistiendo el culto cada Domingo de manera monótona y religiosa y viviendo su vida como si fueran bautizados en jugo de limón? No seas así. Aprovecha todo lo que Jesús consiguió para ti. Dios pagó un precio muy alto para rescatarte. No desaproveches ni desperdicies nada de una salvación tan grande.