Quedé impresionado por este dicho en Costa Rica. Me gustó mucho. Reflexioné en lo que significan estas palabras. Como costumbre, todo lo relaciono con la Palabra de Dios y esto no fue excepción. Pregunté, "¿Qué dice la Biblia acerca de la pura vida?" Bastante, pero muchas veces no nos damos cuenta de qué está hablando. Vamos a ver algunos versículos:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna. (Juan 3:36)
El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna. (Juan 5:24)
Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna. (Juan 6:40)
El que cree en mí, tiene vida eterna. (Juan 6:47)
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17:3)
Es obvio al ver estos pocos versículos que Dios quiere que tengamos vida. ¿Qué clase de vida? Vida eterna. Casi siempre al oír las palabras "vida eterna" pensamos en una cantidad de tiempo, o sea, vivir sin morir. Pero, más que una cantidad de vida, Dios quiere que experimentemos una calidad de vida. La vida que Dios quiere que tengamos es vida absoluta, en que no hay nada de muerte, dolor, tristeza, aflicción, opresión, falta o caos. Es pura vida en que no haya nada de imperfección.
¡Caray! Entonces, ¿cómo es posible que alcancemos esa clase de vida? No es posible. Es imposible alcanzarla. Pero sí la podemos recibir como un regalo de Dios. Lee otra vez los versículos arriba. Verás que es muy sencillo recibir la calidad de vida que nos ofrece Dios. Simplemente por el creer.
¿Qué es creer? No es simplemente admitir que Dios existe porque aun el diablo hace esto. Sino es confiar en, depender de, apoyarse en la persona de Dios y en lo que dice. Y para nosotros, es confiar en lo que dice acerca de su Hijo y lo que él ha hecho. Según el último versículo, la vida eterna es simplemente conocer a Dios y a su Hijo. Pues al conocerlos, tienes la habilidad de confiar en ellos, depender de ellos y apoyarte en ellos. Al hacer esto, la vida eterna empieza a fluir a través de ti. Se manifiesta en ti la misma manera en que se manifestaba a través de Jesucristo: con dominio propio, autoridad, sanidad, prosperidad, paz, amor, gozo, sabiduría y victoria, además de señales, prodigios y aun milagros.
Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. (1 Juan 5:11,12) Por supuesto la vida eterna es cantidad de vida. Pero más importante es una calidad de vida. Es la vida de Dios y en ella no hay nada de muerte. Dios la preparó para que camines en ella. ¿La recibes? La vida eterna es... ¡Pura vida!