Dios quiere hacerte un ganador. Te creó para que triunfes en todo lo que emprendes. Para ser un ganador, tienes que verte como tal. Cuando te paras enfrente del espejo, ¿a quién ves? ¿Ves a un ganador? Uno de las claves para ser un ganador depende de cómo te ves desde adentro. Se dice, "Dime con quien andas y te diré quien eres." Si vas a ser un ganador, tienes que andar con ganadores. Tienes que identificarte con un ganador. Nunca vas a ser más que la cosa o la persona con que te identificas. Debes buscarte lo máximo, algo que jamás va a fallar. Claro, los hombres no son perfectos y tarde o temprano siempre van a fallar. Pero para los fines del rodeo hay muchos buenos ejemplos entre qué escoger. Busca a uno que es ejemplar de todos tus deseos y metas y síguelo.
Dios quiere hacerte un ganador. Te creó para que triunfes en todo lo que emprendes. Para ser un ganador, tienes que verte como tal. Cuando te paras enfrente del espejo, ¿a quién ves? ¿Ves a un ganador? Uno de las claves para ser un ganador depende de cómo te ves desde adentro. Se dice, "Dime con quien andas y te diré quien eres." Si vas a ser un ganador, tienes que andar con ganadores. Tienes que identificarte con un ganador. Nunca vas a ser más que la cosa o la persona con que te identificas. Debes buscarte lo máximo, algo que jamás va a fallar. Claro, los hombres no son perfectos y tarde o temprano siempre van a fallar. Pero para los fines del rodeo hay muchos buenos ejemplos entre qué escoger. Busca a uno que es ejemplar de todos tus deseos y metas y síguelo.
Cuán maravilloso es el amor que Dios tiene para con nosotros. La Biblia dice que se compadeció de nosotros en nuestra condición de pecadores tanto que vino a identificarse con nosotros. ¡Sí! Dios se hizo hombre al nacer de una virgen. Creció y era el cien por cien humano al mismo tiempo de ser el cien por cien Dios. Sin embargo puso a un lado todo lo que le era propio como Dios y se identificaba con la flaqueza de nuestra humanidad con el fin de librarnos de todo eso. Se identificó con nosotros al ser bautizado por Juan el Bautista en el Río Jordán.
Ahora quiere que hagamos lo mismo. Quiere que nos identifiquemos con él; con su poder y habilidad; con todo su triunfo y dominio. Quiere que nos veamos en él y él en nosotros. Y lo hacemos de la misma manera - a través del bautismo. La Biblia dice en Romanos 6:3-4 que nos quedamos unidos a Jesús en su muerte, sepultura y resurrección a través del bautismo. El bautismo es la manera de empezar a identificarnos con Jesús.
El bautismo es una fuerte declaración que se oye en tres mundos. Primero, en el cielo: lo oyen Dios y los ángeles que un hombre está depositando su confianza en que Jesús lo va a salvar. Segundo, aquí en la tierra: lo oyen todos que un hombre rompe con este mundo para seguir a Jesús. Y tercero, en el reino de las tinieblas: aquel hombre declara por medio del bautismo, "Satanás, ¡ya no pertenezco a ti sino a Jesucristo mi Señor!"
¿Tienes un firme fundamento para creer que eres un ganador? ¿Estás identificado con Jesucristo? Muchos toman el nombre del Señor en vano. Se llaman Cristianos pero su vida no lo muestra. Muchos dicen que son de Dios pero no se han identificado con él. Dios te está dando la oportunidad de identificarte con su Hijo Jesús a través del bautismo. El bautismo no te salva, sino es una súplica para una conciencia limpia. Si piensas morirte dentro de unos pocos días a lo mejor no tiene caso - es tu fe en Jesús lo que te lleva al cielo. Pero si piensas quedarte aquí más tiempo, vale la pena bautizarte en Jesús y declarar tu identificación con él si quieres vivir una vida victoriosa y triunfante. Hay muchos Cristianos que viven en la derrota y nunca salen adelante porque no han sido obedientes a Jesús en este asunto.