El Poder

"Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio." (2 Timoteo 1:7)

El hombre que ha nacido de nuevo del Espíritu Santo y la Palabra de Dios tiene un espíritu de poder. Dios nos lo ha dado por medio de Cristo Jesús. Sólo por él podemos tener la confianza y la habilidad de hacer. La palabra griega que se traduce aquí es "dúnamis" y significa poder, poder milagroso, habilidad y fuerza. De ella viene nuestra palabra "dinamita."

Este mismo poder resucitó a Jesús de la muerte. Cuando se satisficieron las demandas jurídicas de Dios para alcanzar nuestro perdón, el Padre habló diciendo, "¡Ya, basta!" y envió al Espíritu Santo a levantar a Jesús. Seguramente en ese momento hubo lo semejante a una fuerte explosión que resonó por todo el abismo y ninguna fuerza del maligno fue capaz de hacer frente a ese poder. ¡Jesús salió triunfante por medio del "dúnamis" de Dios! Y ahora nos ha dado ese mismo espíritu de poder para caminar victoriosamente en esta vida.

¿Dónde podemos encontrar este poder? Se encuentra en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es poder. Todos los estatutos, preceptos, mandatos, y fundamentos expuestos por ella son poder para nuestra vida. Específicamente, podemos encontrar el poder de Dios en el evangelio. La palabra "evangelio" significa "buenas noticias." Romanos 1:16 dice, "porque [el evangelio] es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree." Las buenas noticias del evangelio son poder para nuestra salvación. ¿Salvación de qué? De cualquier cosa que te impida tener vida en abundancia. Hay poder en las buenas noticias que dicen que tú has sido perdonado de todos tus pecados y no tienes que cargar con la culpa. Hay poder en las buenas noticias que dicen que por las llagas de Jesús has sido sanado y no tienes que padecer enfermedad. Hay poder en las buenas noticias que dicen que Jesús se hizo pobre para que tú fueras enriquecido y no tienes que vivir con carencia bajo la maldición de la pobreza. Hay poder en las buenas noticias que dicen que Jesús salió de la presencia de Dios y fue abandonado por su Padre para que tú pudieras por siempre entrar y estar bien recibido por el Padre. ¿Y qué es el requisito? Simplemente que creas. "...Para salvación de todo aquel que cree."

Nosotros vivimos en un mundo bajo la influencia de potestades espirituales que no quieren que caminemos en ese poder. Hay diferentes cosas que quieren hacer inválida la Palabra de Dios en nuestra vida. La Palabra de Dios siempre es eficaz y llena de poder. Sin embargo, si no la creemos o si no le damos su lugar, no vamos a ver su efecto en nuestra vida. Una de las cosas que quieren invalidar o anular la Palabra son las tradiciones.

Jesús tenía este problema con la gente durante su tiempo en Israel. Hay un relato en Marcos 7 donde la gente religiosa se ofendió por los hechos de los discípulos de Jesús. "¿Por qué tus discípulos desobedecen la tradición de nuestros ante-pasados?" preguntaron a Jesús. Y les respondió Jesús, "¿Y por qué también ustedes desobedecen el mandato de Dios para seguir sus propias tradiciones?" Les llamó hipócritas porque honraban a Dios con su boca, pero su corazón estaba lejos de él. Ellos estimaban más las tradiciones de los hombres (las enseñanzas que recibieron de sus padres) que las enseñanzas de Jesús. "Ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres." Hay gente en nuestros días que hacen lo mismo. Quieren seguir más las tradiciones de los hombres que creer lo que dice el evangelio y recibir el poder para ser salvos. Son esclavos creyendo que son libres. Y en el versículo 13 dice, "Ustedes anulan el mandato de Dios con esas tradiciones que se trasmiten unos a otros." El poder de Dios no va a fluir en la vida de ninguno donde la Palabra de Dios no tenga supremacía. No poder - no salvación.

De tradiciones no hay fin en este mundo. Todos las tenemos. No hay nada mal de las tradiciones en sí mismas, pero cuando tienen más importancia u ocupan un lugar más alto que la Palabra de Dios, se oponen a la Palabra y la hacen inválida en nuestra vida. Jesús nos da la clave en cuanto a cómo quedar libres de las tradiciones y permitir que la Palabra fluya con todo su poder en nuestra vida. Se encuentra en Juan 8:31, "Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdadera-mente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad les hará libres." Aquí la palabra "permanecer" significa morar, habitar o vivir. La marca de un verdadero discípulo de Jesucristo es uno que vive en la Palabra de Dios y esa Palabra está viva en él. El resultado de esta "convivencia" es conocer la verdad y ésta le hace libre. Mientras tú caminas con el Señor, él te revelará las tradiciones que impiden que el poder de Dios actúe en tu vida. Entonces tendrás que escoger guardar tu tradición o deshacerte de ella.

Hay un precio: los que andaban con Jesús siempre fueron señalados por su conducta. Ellos andaban libres de las tradiciones por causa de su convivencia con Jesús. En Marcos 7:5 los religiosos preguntaron a Jesús, "¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados?" Hasta la fecha sigue siendo verdad. Los discípulos de Jesús no siguen las tradiciones de los antepasados. Si tú escoges desechar tus tradiciones por el poder de Dios, puedes estar seguro de que vas a ser criticado y aún rechazado. Y muchas veces, desgraciadamente, es por la gente más cercana a nosotros. Pero Jesús estará contigo como estaba con sus discípulos, para sostenerte y aún contestar por ti. Y se verá el poder de Dios fluyendo en ti y muchos lo anhelarán tener.

El evangelio es el poder de Dios. ¿Quieres ese poder en tu vida? Es gratis. Solamente tienes que creer lo que dice el evangelio acerca de ti. En el libro de Daniel el profeta vio el tiempo en que estamos viviendo y dijo que la gente que conoce a Dios se mantendrá firme y actuará. Ellos tendrán fuerzas y serán valientes por causa de su comunión con el Rey de reyes. Estamos viviendo en un tiempo cuando el miedo se está apoderando de los hombres. No ven respuestas ni una salida. Y a causa de ese miedo se están suicidando. Pero los que conocen a su Dios se mantendrán firmes y harán hazañas.

Amigo, desata el poder de Dios en tu vida por creer el mensaje del evangelio. El perdón ya se te ha otorgado, también el poder, sanidad, provisión, sabiduría y autoridad a través de la sangre de Jesús el Mesías. Créelo. Y comprobarás que sí somos... ¡MÁS QUE VENCEDORES!